Cosas que se escapan de las manos!
Justo en un ranchito muy humilde,
justo allí pude observar como una madre le envenenaba a su niña el corazón de
cosas malas, justo allí me quede con mis ojos rojos escuchando y escuchando
como una madre podía hacer eso con su propia hija, a lo lejos podía entender
que la niña lloraba porque amaba a su madre pero ella estaba muy obsesionada con
cosas sin sentido, que probablemente los adultos creen necesarias, la mujer no
sabía que la obsesión era mala y que la niña no entendía, solo se sentía
herida. Hasta que al cabo de un buen rato llegaba un señor muy elitesco y la
niña corrió a sus brazos, pude observar que le daba mucho amor y que la niña
sonreía pero también observe que este alto y muy gordo señor le preguntaba a la
madre de la niña: tu amas a tu hija? Respóndeme! Hasta que en un momento dijo
la palabra: hija! Descubrí que ese señor era el padre de la mujer que me
parecía como loca pero como siempre no quería juzgar porque en esta vida todo
tiene un porque, eso dice mi mama pero tampoco es que sé mucho, apenas tengo 13 años de edad, pero como todas las tardes siempre salía a correr
por ese lugar con mi prima Estefanía pero ella siempre se aburría rápido y yo
siempre espiaba el ranchito, algunas veces observaba que la mama jugaba con su
niña, como otras veía escenas como esa que conté.
Un
día decido contarle a mi mama lo que veía y escuchaba algunas tardes y por su
puesto me dio un buen regaño porque no podía estar espiando, que eso nunca más
lo hiciera, yo amaba mucho a mi madre y a mi padre también pero le tenía mucho
respeto a ella porque fue la que siempre cargó y cargá conmigo y mi
hermanito, resulta que mis padres son separados desde hace unos 4 años, pero son los mejores, mi
papa siempre ha velado por todas nuestras cosas, nos lleva a pasear cuando
puede y sobre todo jamás nos olvida y mi madre siempre está pendiente de nuestras
cosas y la verdad prefiero estar es con mi mama, la verdad es el amor más puro
que he conocido y según mi madre es el amor más puro que conoceré y aunque aun
me falta por vivir como dice mi madre es una realidad. Mi mama trabaja en una
fundación de niños que luchan contra la enfermedad del cáncer, trabaja medio
día mientras mi hermano y yo estamos en el colegio, ella baña algunos niños,
les da de comer, juega con ellos y todas las noches antes de dormir siempre nos
cuenta un anécdota de algún niño o niña en la fundación, algunas veces llora
recordando que hay cosas tristes que esos niños viven. Entonces por eso inicie
con el cuento de la niñita y su mama en el ranchito porque mi mama siempre dice
que los sentimientos negativos que uno siembra o que le siembran a las personas
se vuelven peligrosos. Y de verdad no quiero que esa niñita sufra, entonces me
pregunto porque si el mundo es tan bonito porque hay gente mala? A veces mi
papa le duele que yo le diga que quiero estar con mi mama pero no lo digo por
maldad, pero a veces mi mama me necesita más que él, como otras veces quiero
irme con él pero mi mama es tan grande que se endurece y respeta eso, porque yo
la entiendo. Solo porque es la mejor madre del mundo la dejo de raticos.
Ojala esa señora sepa enmendar u
ojala la niña se la lleve su abuelo y no llore mas. Un niño es un ángel y no
merece sufrir por culpa de los adultos absurdos que solo piensan en ellos. Mi
mama siempre me dice; pienso es en ti primero ante que en cualquier cosa y eso
hace que la ame mas porque yo también pienso en ella, es mi amiga además y qué
bonito se siente eso!
HISTORIA REAL CONTADA POR
ANABELLA FUENTES – Niña de 13 años de una ciudad histórica San Juan De Los
Morros. Venezuela